miércoles, 16 de mayo de 2007

"AS TIME GO BY" (El tiempo pasa)

Ahora nos toca esperar. Según parece, la primera cita es para conocerte, para saber que es lo que quieres exactamente, que nos encaja mejor como hijo/a, e intentar, en la medida de lo posible, que asumas a un niño/a más mayor de lo que figura en el certificado de idoneidad (el documento que expiden las autoridades de adopción de cada país, que tras superar exámenes psicosociales, te concede la idoneidad como padre/madre de un niño de un determinado perfil de edad, situación de salud, etc.), o con más problemas…

Están en su derecho. Entiendo que jueguen con nuestra ansiedad por ser padres, la incomodidad de estar en un país extranjero –muy extranjero-, las ganas de volver a casa, la pena, las ganas de ayudar a un niño que parece que el destino te ha puesto en tus manos y que, como hace la naturaleza, caprichosamente le ha fastidiado la vida con tal o cual enfermedad… Ya conocíamos la teoría y estábamos preparados para afrontar una situación así. Pero, ¿cómo no ilusionarse, a pesar de que las fichas que nos presentaron en la primera cita sólo nos mostraron niños muy enfermos? ¿Cómo no pensar que, efectivamente, V. no iba a ser nuestro hijo? Sólo era necesario que dijéramos que si…

Las similitudes con los embarazos o con los hijos biológicos no son deseables. Un hijo biológico es tuyo desde el momento de su concepción y, sea como sea, es tu hijo desde ese momento. En este caso, no es así. Es como la típica disyuntiva que uno plantea cuando es pequeño: “Mamá y si mi hermano y yo estuviéramos en un incendio y sólo pudieras salvar a uno de los dos, ¿a quién salvarías?” Las madres siempre responden –porque lo sienten- que a los dos y si uno preguntaba mucho, acababa obteniendo un coscorrón por respuesta. Esto es igual. SÓLO PODEMOS SALVAR A UNO. Y tenemos que elegir, dentro de lo posible a cual.

¿Por qué no salvamos a V.? ¿Por qué no compré todas las flores a aquella niña que me regaló una mirada de sus profundos ojos glaucos? ¿Por qué no le di todo lo que llevaba encima al pobre de la Plaza Maydan, que lleva varios días intentando vender un bote de Vernel, una caja vacía y dos libros viejos? ¿Por qué no la doy todas mis Grivnas a la inválida de la calle Khreschatyv, que muestra sus muñones, cada mañana, al frío y al calor? Todo me lo pedía el corazón, ¿por qué no lo hice? Realmente, no lo se. Creo que me defiendo de algo, indefinido, que creo que no es peligroso, pero que no me hará hacer realmente lo que hay que hacer. Razones del corazón que la razón no entiende, como decía el cabezón.

La adopción intenta parecerse a la paternidad biológica, pero no es exactamente igual. No es el azar el que distribuyó los genes Maria y los míos en el niño/a X y que le ha dado tales rasgos físicos y de personalidad. Lo que se parezca a nosotros será porque copiará ese ademán de apartarse el pelo de la cara de su madre, o la forma de mover las manos cuando enfatiza algo de su padre… pero no lo tendrá en los genes. Por eso nuestro hijo lo será en el momento en el que libre y conscientemente asumamos que es este que nos presentan y no otro. Al menos, así se puede hacer en Ucrania y entre otras cosas, por eso elegimos este bendito país.

Y ahora estamos esperando que nos den esa segunda cita. En este tiempo de espera, hay veces que las situaciones me recuerdan a la Casablanca de la famosa película del mismo nombre. Las familias, las personas, estamos esperando una decisión administrativa que cambiará nuestra vida. En el caso de Casablanca era un visado para escapar del país y de la guerra; en nuestro caso, una cita para escapar de nuestra paternidad frustrada.

Existe el mismo ambiente de rumorología –“me han dicho de buena tinta que hay fichas nuevas, por que el año pasado por estas fechas el centro estuvo cerrado por la mudanza…”, el mismo trasiego de información administrativa (y, por tanto, oscura, cerrada, críptica); el mismo tiempo de espera desesperada; también las decisiones de las que somos sujetos son absolutamente arbitrarias: no hay que preguntar el por qué.

No estás de vacaciones y, por tanto, no puedes hacer planes de vacaciones, ya que te pueden llamar en cualquier momento para una cita. Entonces te encuentras con las mismas personas en los alrededores del centro de adopciones, en los mismos cafés, en los mismos paseos. De momento no empeñamos joyas para pagar sobornos, no nos reunimos en un Ricks para soportar con los demás nuestra desesperación. Disfrutamos del sol que ahora nos regala Kiev, que parece como si nunca hubiera nevado aquí. Las terrazas están llenas, los chicos se quitan la camiseta para lucir torso, las chicas llevan minifaldas de infarto (bueno, creo que eso también lo hacen en invierno..) Kiev me recuerda a Madrid, a la gente le gusta la calle, le gusta mirarse, le gusta la noche. Este pueblo prosperará: madrugan y les gusta el lujo y aparentar.

Los españoles solemos vernos en “El Cutre Inglés” unos grandes almacenes, cuya disposición es de la misma forma que la de los almacenes de la familia Álvarez-Areces, pero muy cutre. Cuando, paseando por la calle, nos decíamos, “Pero, Dios mío, ¿dónde venderán esa ropa que lleva puesta esta gente? Hace años que en España no se ve algo así ”, el otro día descubrimos el lugar de origen. Impresionante. Por ejemplo, las corbatas servirían, perfectamente, para vestir a Antonio Alcántara en “Cuéntame como pasó”.

A pesar de eso, nos vemos allí de vez en cuando; nos gusta pasear y mirar. Si estás en plan valiente, te atreves incluso a mirar ropa de niño, juguetes, carritos… Otros días, el miedo te atenaza y, para qué vas a mirar, si lo mismo te vuelves a casa sin nada… pero eso son los menos. Por cierto, que para los que vais a venir a adoptar aquí, informo: En Kiev hay de todo lo que necesites, de niño, mayor o anciano. Hay baberos, ropa, bodys, pañales…. Hemos visto hasta jamón ibérico, lomo de bellota, aceitunas con anchoas de “El Serpis”, lo que queráis.

Ayer hicimos unas cuantas parejas españolas una excursioncita en barco, por el Dnieper, que es el tercer río más caudaloso de Europa. Intentamos pasarlo bien, distraernos de nuestra preocupación. Ya sabemos que quedarnos en el apartamento, mirando fijamente al teléfono no va a darnos puntos frente al Centro de Adopciones para que nos den una cita antes. A pesar de eso, el pensamiento de fondo es el mismo: cuando nos llamarán, que fichas tendremos, ¿en alguna descubriré a mi hijo?, ¿habrá alguno sano?, ¿habrá una niña?” Entre nosotros intentamos no sacar mucho los temas, para eso salimos, para distraernos, pero siempre hay un ruido de fondo, un pensamiento subliminar, un silencio momentáneo en la conversación, en el que de pronto alguien saca el tema y todos se suman como si la conversación, un segundo antes, hubiera versado sobre eso…

Hoy hemos ido a la ópera, a la representación de “Rigoletto”. Unas entradas de las mejores nos han costado 80 Grivnas, para los dos; al cambio, unos 12 euros. Más baratos que encargar un pizza a Telepizza en España. Hemos estado con una pareja de españoles, jóvenes, que son de esas personas a las que reconozco fácilmente: son de las que Dios me pone delante, de vez en cuando, para allanarme el camino. Son una extraña mezcla de un tío grandón, como un roble, morenazo, puro vasco de Vitoria, y una burgalesa pequeñita, activa, de preciosos ojos verdes. Los dos tallados de pedernal, duros pero entrañables; han pasado mucho más que nosotros –y los que nos conocéis, sabéis de que hablamos- y aquí están, haciéndole la vida fácil a todo el mundo, compartiendo su alegría y su conocimiento de Kiev (llevan aquí más tiempo que nosotros) con quien quiera escucharles, siempre con una palabra amable, con un gesto cariñoso… Buena gente. Generosos como sólo la gente que ha sufrido y no culpa a nadie por ello sabe ser. Amigos de los que Dios te da para que sigas confiando en la gente –al final, en Sus hijos- para que pienses que lo tuyo, al fin y al cabo, no es para tanto, así que mejor haces como ellos, que coño, y te dejas de quejar…

Su historia es de ellos y de quien se la quieran contar, así que yo no voy a escribir nada más aquí. La vida está llena de casualidades y resulta que ella y yo coincidimos, en su momento, en otro foro, ¡y ahora nos conocemos en Kiev! Luego la vida avanzará como sea, unos en Burgos, otros en Madrid, si Dios quiere, con niños, pero ellos ya saben (y nosotros también) que tienen unos amigos para toda la vida. En Madrid, Dios también nos ha regalado a nuestros ucramaños, los de Colmenar, que nos animan y nos enseñan el camino, con cariño, sin agobios..

Ventajas de ir tan lejos a por los hijos, que te encuentras con gente interesante en pleno parto.

Abrazos


Cacha

3 comentarios:

Anónimo dijo...

-Ayer ganó el Sevilla al Español en la final de EUFA, en los penalties. Dos equipos españoles en una final europea.
- Nadal lleva 78 victorias consecutivas sin perder en tierra batida, después de adjudicarse el Master Series de Roma.
- Alonso subió al podio en el Gran Premio de Barcelona.
- El Desafío Español escribió una nueva página en su historia en la Copa del América.

¡Está clarísimo! Todos los españoles triunfan en Europa.

Ahora os toca a vosotros.

A POR ELLOS, OE
A POR ELLOS, OE
A POR ELLOS, OE
A POR ELLOS EOE

Anónimo dijo...

Queridísimos nuestros:
En primer lugar: muchas gracias por considerarnos un regalo del cielo pero creo que no merecemos tan alta distinción. Esa dejadla para la sonrisa llena que os está esperando. Nosotros solo somos alguien como vosotros que saben lo que estáis pasando. Nos honra vuestro cariño, vuestra amistad y vuestro elogio.
En segundo lugar: creo saber quien esa pareja maravillosa de Burgos. Dadles un abrazo muy fuerte de nuestra parte y deseadles nuestros mejores deseos. Si son ellos, me consta que llevan mucho tiempo allí y no lo están teniendo fácil, demasiados días, pero reconozco en los mensajes que ella me dió en su momento a una madre, y por extensión a un padre, maravillosos llenos de amor, generosidad y, otra vez, valentía para que se queden sin saber cuales son las mieles de la paternidad. Estoy segura de que corazones tan grandes no van a quedar vacíos. Un beso de nuestra parte.
En tercer lugar: sugerencias, si se me permite, para pasar el tiempo. Además de la ópera, que yo no pude ver, ballet. Y si puede ser el "Cascanueces" mejor. Cuando llegue el Vals de las Flores dedicádselo a Irene que le encanta bailarlo. Probad gastronomía sin miedo: las ensaladas son magníficas, la sopa Borsch, la tarta Napoleón (me relamo solo de acordarme) y los blinis de caviar rojo con Bila Piva (cerveza blanca). Además hay como una especie de raviolis rellenos, no recuerdo el nombre, que eran estupendos.
Id corriendo, si no habéis ido, al Lavra: se cae a trozos e incluso podríais vivir la apasionante aventura de que una de sus catacumbas se os viniera encima y tuvieran que rescataos "Bomberos sin Fronteras". Saldríais en los telediarios y así os veríamos la cara. Una anécdota más para contar a vuestr@ hij@.
Cuesta de San Vicente: artesanía a tutiplén de la que desconozco todo puesto que jamás pudimos ir pero era muy recomendada.
Propongo una especie de gymkana a ver si podeís con ella: encontrar un periódico español, aunque sea "El Adelantado de Sgovia", en la ciudad de Kiev. Así mismo tendréis puntuación extra si encontráis un plano de la ciudad en la lengua de Cervantes. El premio final: sed nombrados "Hijos Adoptivos de Kiev" y "Embajadores de Buena Voluntad" de la Embajada de España en Ucrania ( dónde os entregarán un premio en metálico en dólares, nuestra moneda nacional).
Si además de todo ésto soís capaces de volver con ropa comprada en grivnas, con etiqueta made in Ukraine, y minimamente ponible en España, sin que te detengan, podreís disfrutar de un magnífico fín de semana en Tomelloso en el mes de Julio. Irresistible ¿verdad? ( el fín de semana se verá reforzado con el regalo de 2000 litros de vino peleón de La Mancha si conseguís volver a España sin ninguna Matriuska).
Sé que el reto es dificil pero espero mucho de vosotros y habéis sido seleccionados para conseguirlo.
En fín chicos que las cosas van como tienen que ir, no creaís que por lentas van mal, y este tiempo se verá recompensado. Templanza, paciencia, optimismo, cariño y buenos deseos. Todo eso os mandamos desde aquí y mañana, desde Zaragoza, una vela se encenderá en el Pilar, una vela muy grande y que ilumina mucho, para que todos los hijos que aún no están con sus padres se reúnan pronto, muy pronto.
Besos ucramaños y gracias.

Anónimo dijo...

Hola, chicos. Una breves líneas, aprovechando el ordenador del curro, ya que el de casa murió hace casi el año, para mandaros muchos besos y achuchones que os hagan la espera más fácil.

No tengáis duda de que conoceréis a vuestro hijo cuando lo veáis y V. no lo era. Se me ponen los pelos de punta cuando pienso en la situación que habéis pasado, lo difícil de decir no, con el corazón tan grande que tenéis los dos, pero, efectivamente, vuestro hijo no tiene que ser "el fin de vuestra familia" como muy bien dice Cacha, sino el principio; alguien que también ayude a construir y que permita que podáis adoptar un segundo niño/a. De todo lo que contáis lo que más me ha hecho ver que ese niño no era para vosotros no es su paladar deforme o sus ojos de niños institucionalizado, sino el hecho de que quisiera pegar a Maru como un primer instinto; aunque se puede justificar por la vida que ha llevado, no lo veo claro.
Sabíais que esto iba a pasar, estad tranquilos, tanto V. como las personas que os lo enseñaron están muy tranquilos y acostumbrados a estas cosas.
Espero que todo esto os sirva algo de ayuda, guapetones. Me despido con un simil: las embarazadas, cuando ya estamos saliendo de cuentas, no nos queda otra que la espera impaciente sabiendo que queda poco pero no sabemos cuánto, y el médico recomienda los paseítos al sol, así que, ¡a pasear!

Un abrazo enorme. Os quiero mogollón.
Ceci