martes, 8 de mayo de 2007

¡HA SIDO NIÑO!

Acabamos de venir del Centro de Adopciones; ha sido la decisión más difícil de nuestra vida, sin duda. El Centro de Adopciones está en un sitio muy bonito, pegado a la Catedral de San Andrés, una iglesia del siglo XVI típica de los países eslavos: pintada de cal y verde, con los techos dorados.


El edificio del CA tiene un jardincillo a la entrada; hay varias personas esperando, entre ellas nuestro facilitador Igor y nuestra traductora, Yulia, muy majos los dos. Al llegar nos hemos encontrado con la pareja de Valencia con la que coincidimos en el avión; tenían mala cara. Les han preasignado una niña muy pequeñita, de sólo dos años, pero con algunas complicaciones de salud que no nos detallan mucho, para no preocuparnos y por prudencia; nos desean suerte. Tienen mala cara; en su primera adopción tuvieron una primera preasignación fallida y temen repetir experiencia.


Después de media hora de tensa espera, donde los menos nerviosos somo Maria y yo, nos dice Igor que nos llaman; nos recibe a pie de puerta Elena, la traductora oficial del CA, una chica de unos treinta años, algo regordeta, amable, con cara de buena persona, que nos recibe amablemente y nos conduce escaleras arriba, hasta el despacho donde tendremos nuestra entrevista. En la puerta, los números 112 y 113. Entramos y nos recibe otra chica joven, de treinta y pocos, guapa, con cara de ucraniana; se presenta también como Elena, nos habla en ruso y la otra Elena nos hace la traducción simultánea de lo que va diciendo. A veces se pisan las frases y me cuesta seguirlas, pero son muy amables y no les cuesta nada repetir lo que queramos; se ven conscientes de que lo vamos a pasar mal y parece que quieren hacernos el trago menos amargo.


Nos cuentan como va a ser el proceso: nos previenen de que los niños son algo mayores y que según nuestro expediente, hemos solicitado un menor de hasta tres años; les respondemos que depende del estado de los niños, para tomar una decisión definitiva. Muy tranquilos, de momento y respondiendo correctamente.


No os voy a contar los detalles, esos nos los quedamos Maria y yo, porque pertenecen a nuestra intimidad y a la de los niños a los que, con todo nuestro dolor, tuvimos que decir que no. Sólo había una niña -de nombre Alexandra, que era toda una premonición, ya que a Maria le encantaba Alejandra para nuestra hija- pero tenía muchos problemas: mayor (tres años y medio), con hiperactividad diagnosticada, retrasos varios... La mayor duda ha estado entre el que hemos elegido y otro niño que era más mayor (también 3,5 años) con problemas de corazón y unos primeros años de estar muy enfermito.


Hemos llamado a Doc, a nuestro cuñado Juan Antonio, ¡que alegría poder contar con él!, que como sabéis es médico, cirujano pediátrico. Gracias a Dios, las dos Elenas nos dejaron llamarle por teléfono para consultarle las dudas. Nos desaconseja de primeras a la niña (la teníamos casi descartada por la hiperactividad) y nuestra duda se centra en los dos niños.


Al final nos hemos decidido por V. Está sano, tiene sólo dos años, la foto le muestra como un niño rubio, de grandes ojos azules, fuerte, con la boquita y la nariz torcida. Nació con labio leporino, pero le han hecho una primera intervención y le han arreglado un poquito el labio y el paladar, que lo tenía abierto. Juan Antonio nos ha comentado que es un tema estético que se puede corregir casi totalmente con una operación y que él conoce a buenos especialistas.


El resto de su ficha no dice nada más; nuestra facilitadora, hace un rato, nos ha confirmado que está bien de salud y que iremos a conocerle al viernes. Mañana es fiesta aquí y nos darán en el CA el jueves el permiso para viajar a Kherson, la ciudad donde está el orfanato. Está al sur, bastante lejos, es una ciudad ribereña del río Dnieper y del Mar Negro.


Os pongo un enlace del orfanato, para que sepáis donde estaremos a partir del viernes.


Perdonad que no escriba más, pero nos queremos ir a comer; hoy es nuestro aniversario (que por cierto, se nos había olvidado, imaginad nuestro estado esta mañana, cuando nos hemos levantado) y queremos ir a comer algo, a relajarnos de los nervios que hemos pasado y a digerir un poco todo esto.


Os he contado, muy en resumen, los hechos. Con más tiempo, os contaremos los sentimientos.


Besos y abrazos


Maru y Cacha

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nos alegramos mucho y deseamos que el viernes cuando tengais a Alberto con vosotros, en vuestros brazos, todas las dudas se disipen y por primera vez sentireis que sois ya una familia.
Os deseamos lo mejor para el viernes
Los Franco

Anónimo dijo...

Con el corazon en la mano, enhorabuena. JP